Repostería. Tarta Arco-Iris

¡Hola Mañoseras y Mañoseros!

Continuamos un jueves más aprendiendo como disfrutar de nuestro bizcocho favorito, ya sabéis que en mi caso he usado el bizcocho de yogurt cuya receta encontrareis en el blog, pero vosotros podéis usar el que más os guste. Esta vez os traigo la Tarta Arco-Iris, es una tarta hecha de bizcocho y que tiene cada piso de un color distinto, de forma que al cortarla se obtiene una cuña de muchos colores, una cuña de arco-iris.

Como siempre, os cuento la historia. Llegó el cumple de la hija de una amiga, el cumple de Estrella, y me comprometí a hacerle la tarta de cumple. Había que hacer una tarta para niños de 6 años, llamativa y que gustara a los peques. Es bien sabido que las tartas empalagosas no gustan a los niños, por muy elaborada o por muchos muñequitos tenga. Recordé, por otra amiga, que lo que mejor se comen los niños son los bizcochos, así que me puse a gulismear por la red y dí con esta tarta. 

El mes anterior ya había hecho la tarta para mi padre y eso de colorear el bizcocho era divertido y no me fue muy mal, por lo que vi en la tarta arco-iris la solución a mi problema.

¿Como hacemos la tarta arco-iris? O al menos, como lo hice yo.

Preparé la masa del bizcocho de yogurt con el doble de cantidad, es decir, como para hacer dos bizcochos. A continuación y con ayuda de un cucharón de repartir, lo repartí (valga la redundancia) a partes iguales en seis boles. Luego los tinté con colorantes alimenticios (los mismo que usé cuando la tarta de la bandera de España) de morado, azul, verde, amarillo, naranja y rojo. Y procedemos a hornear. Engrasamos y enharinamos el molde para horno, en mi caso usé uno redondo desmontable. Al igual que pasó con la tarta de la bandera horneamos cada color durante 10min a 180º (con el horno previamente precalentado). Una vez horneado, dejamos enfriar, desmoldamos y cubrimos con crema de cacao, pues fue lo que usé de "pegamento" entre bizcochos. Me fue bien en la tarta anterior y es una cosa que siempre gusta a los nenes.

Una vez horneados los 6 colores y pegados con la crema de cacao, vi que la cosa quedaba sosilla. Así que hice un poco más de masa (como un tercio de la cantidad) y la horneé, en este caso sin color. Con ayuda de un cortador de estrella recorte varias trozos de bizcocho en forma de estrella y con mi pegamento=crema de cacao, lo pegué a la parte superior de la tarta, pero seguía faltando algo. Volví a pensar en la anterior tarta, por lo que derretí chocolate blanco en un chorrito de leche y cubrí con ello la tarta, por último espolvoreamos fideos de colores y ¡voila! Así nació mi primera tarta Arco-Iris.

Como veis, con algo tan simple como el bizcocho "de toá la vida" y un poco de imaginación se pueden hacer verdaderas chuladas, ricas, ricas y que gusta a todos. Porque he de deciros, que la tarta encantó, fue vista y no vista. No he visto nunca en ningún cumple que todos, absolutamente todos, los niños digan 'tarta sí'. Los mayores no llegaron casi ni a probarla.

Pediros perdón por no traeros nada más que una imagen, pero no sé porque solo tengo esa y porque se la envié por whatsapp a la mamá y a la tía de la cumpleañera para que dieran el visto bueno. La próxima vez que la haga ¡os lleno de fotos! Sin embargo, os invito a que busquéis en Google imágenes de la tarta arco-iris y os degustéis con la vista. Eso sí, en Google os la vais a encontrar en su mayoría con merengue, tanto entre el bizcocho como para cubrir la tarta. Como ya os he dicho yo no usé merengue porque era para niños pequeños y tanta empalagosidad no suele gustarles, pero como rezaba un anuncio de la tv ¡en la variedad esta el gusto!

¿Os va gustando las distintas formas de transformar un simple bizcocho?

¿Os ha dado alguna idea?

¿Habéis probado a hacer algo del estilo? 

Recordad que de la experiencia se aprende.

Si probáis a hacer algo de lo que os traigo, contadnos que tal os ha ido, porque con vuestra experiencia aprendemos todos.