jueves, 18 de septiembre de 2014

Tarta Doraemon

¡Hola Mañoseros y Mañoseras!
Un jueves más vamos a seguir viendo ejemplos para "tunear" nuestro bizcocho favorito y convertirlo en una tarta rica y llamativa. Hoy os traigo la tarta que le hice a mi prima, mi mona, este junio por su sexto cumpleaños, una tarta de Doraemon.

A mi prima, como supongo que a todos los niños, le emociona muchísimo su cumpleaños; ella comienza a "organizarlo" tres meses antes. Con organizar me refiero a que empieza a pedir por su boquita cosas que quiere: la invitación que sea de hora de aventuras, que se celebre en la piscina, que su tata haga juegos, ...y un larguísisimo etcétera. Y entre lo que organizó, decidió que este año quería que la tarta fuera del Doraemon, y su tata, que casi todo se lo consiente, se la hizo (total, es mi única ahijada, ¡¿qué voy a hacer si no!?) 

Quería hacerle una tarta original y llamativa pero a la vez, algo que los niños coman. No quería hacer una tarta que fuera super bonita y que luego los niños dijeran "yo no quiero" y acaben los padres de la criatura comiendo tarta una semana. Por lo que me decanté por usar el Bizcocho de yogurt, pues es una cosa que mi prima devora en mi casa, y rellenar con abundante crema de cacao, que también le gusta muchísimo (y ¿a quien no?). Pero, tenía que llamar mucho la atención y...se me encendió la bombilla: la tarta debía ser azul por dentro y por fuera, ahí estaba la clave.Y el resultado fue:
Esta tarta de Doraemon esta hecha con un bizcocho de yogurt en base redonda, el cual tintamos con tinta alimenticia azul, esta vez en gel (es mucho mejor que la liquida, al menos a mí me gusta más), y relleno de abundante crema de cacao; de esta forma la tarta era azul por dentro. Y estaba recubierta completamente de fondant azul (ya sabéis que yo uso el fondant en blanco y sobre él voy tintando para obtener los distintos colores) y luego los detalles de la cara y los ojos en fondant blanco; la nariz, la lengua y el collar en fondant rojo; las pupilas en fondant negro y el cascabel en fondant amarillo. Por último, usamos un Rotulador comestible de color negro para los detalles.

Como veis, en todo momento estoy hablando en plural y es que para la realización de esta tarta me ayudo mi novio. Y menos mal, porque a mi me estaba sacando de quicio ciertas partes, ¡qué paciencia hay que tener con el fondant!

No tengo fotos del corte de la tarta, pero quedaba muy graciosa cuando cortabas y seguía siendo azul, aunque lo mejor fue lo que dijo uno de los invitados (5 años) "¡Maria!....¡qué es azul!" mientras se le salían los ojos y flipaba mirando el bizcocho azul.

Nada más acabar el cumple mi prima ya me estaba pidiendo la tarta del año que viene, que la quiere de Finn el humano. Si no cambia de idea, creo que sería fácil de conseguir, al menos más fácil que este Doraemon. Pero bueno, de aquí a Junio cambiara mucho de opinión, ya os iré contando de que me toca hacerla. 

¿Os ha gustado este otro ejemplo de tarta con bizcocho?
¿Habéis hecho alguna tarta de Doraemon?
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